Académica María José Rodríguez Jaume: “Hay una concienciación incipiente, pero absolutamente necesaria de que hay que incorporar el enfoque de género en las Políticas de Igualdad de la Universidad”.

Julio 17, 2023 • Noticias


Para la académica española Dra. María José Rodríguez Jaume, la Universidad de La Frontera ha desarrollado en pocos años un interesante proceso que comienza con el ser conscientes del rol que cumple una institución pública que se dedica a formar futuros profesionales y que, por tanto, debe incorporar el principio de igualdad de género en su agenda y en su política en general: “Me parece que es un punto absolutamente necesario que cataliza procesos de cambio. Hay una concienciación incipiente, pero absolutamente necesaria de que hay que incorporar el enfoque de género en las Políticas de Igualdad de la Universidad.

Una de sus primeras actividades realizadas, fue dictar el “Taller Triángulos de Terciopelo”. ¿Nos puede contar de qué se trató esta instancia?

Con los triángulos de terciopelo se recupera una metáfora muy feminista, muy inspiradora, que nos habla de esos espacios en donde las mujeres trabajamos en red, particularmente en el entorno universitario.

Las dinámicas de trabajo son muy individualizadas por el propio sistema y muy competitivas. Si a eso le sumamos que las mujeres en la academia tenemos que además asumir la carrera familiar, de los cuidados, de la atención, hace que verdaderamente vayamos siempre a la carrera. Y ese aislamiento, yo diría que se acentúa más. Pues, con los Triángulos de Terciopelo, lo que se intenta es recuperar esos espacios en donde nosotras somos verdaderas estrategas y ponerlo en valor. De hecho, yo creo que no podríamos avanzar en la academia si no contáramos con una red de apoyo dentro y fuera de la universidad.

En el taller se presentaron tres tópicos que son muy importantes en el desarrollo de las mujeres en la universidad o en cualquier espacio de la sociedad. Hablamos del silencio, el miedo y la vergüenza. ¿Por qué son tan importantes estos tres sentimientos?

Estos espacios de sororidad, de seguridad, son espacios que te permiten contar muchas experiencias sutiles por las que las mujeres transitamos en la gestión universitaria, donde gobierna y domina un modelo absolutamente masculino. Lo que nos hace cuestionarnos como mujeres, vivir en silencio nuestras inseguridades. Pero cuando consigues romper este paradigma, nos damos cuentas que podemos ejercer un liderazgo que no tiene por qué reproducir estilos en los que no nos hemos socializado, ni en términos de posicionamiento personal, ni profesional.

Nosotras podemos realizar otro tipo de gestión que sea colaborativa, asertiva, empática, de acompañamiento. El mundo académico está lleno de vergüenzas, de silencios y de miedos, sobre todo para las mujeres que tienen que ver, principalmente, con que no es una institución adaptada a nuestras necesidades. Y cuando se rompen estos silencios, permites espacios de transformación. Y, por otra parte, cuando encuentras esos espacios absolutamente empáticos, somos capaces de desarrollar todo nuestro talento y potencial, toda nuestra creatividad, nuestra imaginación, las mujeres somos muy creativas.

¿Podríamos decir qué el silencio, el miedo, la vergüenza nos llevan de alguna manera a vivir el “Síndrome de la Impostora”?

En algún momento se pueden entrelazar, pero, en lo personal, veo que tienen singularidades y ámbitos de reflexión independientes. El síndrome de la impostora tiene que ver más con la inseguridad que te genera un sistema en el que la mujer siente o percibe que no encaja. Eso significa que cuando le sucede algo positivo, como una promoción, una designación para un cargo, un premio, un reconocimiento, dices “¡guau!, no, no me lo merecía, esto ha sido pura suerte”. Probablemente estas inseguridades nos llevan a vivir otras circunstancias con ese miedo y vergüenza que alimentan los silencios. El taller iba muy dirigido a que rompamos el silencio para sentirnos acompañadas y crear y alimentar nuestras redes.

Durante dos semanas, la Académica realizó una serie de actividades en distintas unidades de la Universidad, generando un gran interés en la comunidad universitaria. “Las mujeres somos como Durga – Diosa hindú de 8 brazos – porque somos capaces de realizar diversas labores en el ámbito laboral, en el personal y familiar. Y también somos resilentes ante la adversidad”.

¿Cómo ve la recepción de la comunidad universitaria en los encuentros que sostuvo con estudiantes y académicas? ¿Hubo retroalimentación?

Los encuentros fueron muy receptivos. Quizás, me esperaba menos intervenciones, pero la verdad es que se generaron espacio donde pudimos dialogar e intercambiar miradas, puntos de vista que al final es el propósito de cualquier visita de este tipo. Siempre digo que me llevo más de lo que dejo, porque son preguntas que me desafían y me sacan de mi zona de confort. Entonces ha sido muy muy interesante y yo diría que muy productivo.

¿Qué experiencias se lleva de la Universidad de La Frontera?

Me voy muy emocionada. Ser testigo de este proceso es muy emocionante. Y modestamente, sentirse parte de él, es bueno… uno de los mejores regalos que me haya podido dejar la gestión. No siempre se lo digo a mis colegas, lo mejor viene después. Es que es, bueno, esto hicimos y a ver si os sirve para acelerar los procesos de cambio. Lo que quisiera es eso, acortar los tiempos para que las generaciones de nuestras hijas e hijos, las hijas y los hijos de nuestros amigos puedan contar con más cuotas de igualdad. Y que tuviéramos un sistema científico en donde las mujeres participaran de pleno derecho y con pleno reconocimiento, porque esto sería revolucionario. La revista Nature ya lo ha anticipado; La mejor ciencia es aquella que incorpora a las mujeres y que incluye la perspectiva de género.

 

La Dra. María José Rodríguez Jaume visitó la Universidad de La Frontera invitada por la Dirección de Equidad de Género en abril de este año. La académica española cuenta con una vasta y reconocida experiencia en gestión en educación superior e igualdad de género: fue Vicerrectora de Responsabilidad Social, Inclusión e Igualdad entre los años 2016 y 2021 y Directora de la Unidad de Igualdad entre los años 2012 y 2021 de la Universidad de Alicante, España; fue responsable del diseño y evaluación del I, II y III Plan de Igualdad de la UA. Así también, desde el 2018 hasta el 2020 fue la responsable del Grupo de Trabajo de Políticas de Género de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).

 

 

Escrita por: Alejandra González Zambrano 

Periodista.

 

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