Bárbara Eytel Pastor, directora de Equidad de Género: “Hay que seguir trabajando en la sensibilización de la comunidad universitaria, porque instalar esta nueva perspectiva le hace bien a toda la sociedad”.

Abril 14, 2022 • Noticias


Para la Mg. Bárbara Eytel Pastor, directora de Equidad de Género de la Universidad de La Frontera,  los últimos tres años de trabajo profesional han sido intensos, ya que no sólo ha liderado la implementación de  una nueva unidad dentro de la estructura institucional, sino que además  ha consolidado un trabajo decidido y comprometido por instalar la igualdad y la  equidad de género en la UFRO.

“Hemos tenido un proceso de diagnosticar la situación  de la Universidad, elaborar en conjunto con la comunidad universitaria una propuesta de Política de Igualdad de Género; en entregarle atención a las personas que la requieran en el marco del Protocolo de Actuación. Además, lo que es fundamental, es sensibilizar a diversas personas de los diferentes estamentos, sin importar su relación contractual con la universidad, si son hombres o mujeres e invitarlos a sumarse a este trabajo, donde  tenemos que instalar la igualdad y la equidad desde todos los ámbitos, ya sea desde la gestión institucional,  la docencia de pregrado, la investigación, la docencia  de post Grado y la vinculación con el medio con nuestros estudiantes, pero también desde cómo nos relacionamos en los lugares de  trabajo y cómo vamos transformando nuestras propias estructuras institucionales para alcanzar esta igualdad.

Cuándo usted asume la responsabilidad de instalar la perspectiva de género en la Universidad, comienza un proceso de autoconocimiento institucional que se traduce en el documento Diagnóstico de Situación y relaciones de Género”  De acuerdo a este estudio, ¿Qué significó este proceso institucional para la UFRO  y  qué resultados transparentó?

El Diagnóstico viene a mostrarnos una realidad que nosotros como comunidad universitaria observábamos,  pero de la cual no teníamos los datos ni la información obtenida de manera científica. El Diagnóstico nos entrega esa información de manera confiable, lo que nos permite instalar la conversación y llegar a diferentes espacios para mostrar lo que ocurre y pensar en conjunto cómo podemos avanzar institucionalmente  para transformarnos en una Universidad que incorpore y lidere los procesos de igualdad y equidad de género en la gestión administrativa y académica. Tenemos además obligaciones que nos impone la normativa, los criterios de la Comisión Nacional de Acreditación que incorpora, específicamente en el criterio séptimo, la Gestión de la convivencia, equidad de género, diversidad e inclusión. Además de las exigencias de la Ley N° 21.369. Aunque nosotros como universidad ya veníamos trabajando, evidentemente existen diferentes niveles de conocimiento en  torno a lo que significa la perspectiva de género y como instalarla. Y, por supuesto, hay que seguir trabajando en sensibilizar a la comunidad universitaria, comprometer a los hombres y continuar sumándolos, porque si hay algo que hay que entender es que instalar esta nueva perspectiva, esta nueva forma de relación,  no es  anularlos; es relacionarnos de mejor forma permitiendo que hombres, mujeres y personas de otras identidades de género accedamos a distintos espacios en los que tradicionalmente no están o tienen menor representación como son las áreas de conocimiento en la Universidad o con los diferentes roles relacionados con el liderazgo y la gestión.

Ya lo adelantaba usted directora, ¿Cuáles son  los desafíos que impone la Ley N°21.369 para las instituciones de Educación Superior?

Afortunadamente nosotros como Universidad de La Frontera tenemos bastantes desafíos avanzados o concretados en el marco del trabajo que realizamos para la Política de Igualdad y Equidad de Género. Y es precisamente ésta el principal objetivo de la nueva normativa: promover políticas integrales orientadas a prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género, y proteger y reparar a las víctimas en el ámbito de la educación superior, con la finalidad de establecer ambientes seguros y libres de acoso sexual, violencia y discriminación de género, para todas las personas que se relacionen en comunidades académicas de educación superior, con prescindencia de su sexo, género, identidad y orientación sexual.

Así mismo,  la Ley 21.369  nos invita a instalar los contenidos de Género y Derechos Humanos en la docencia, principalmente el Pregrado. Nos pone desafíos en diferentes ámbitos de acción de la Universidad. Por tanto, se reconoce que las universidades son en sí mismas agentes de cambio; es decir, si nosotros en la universidad incorporamos esta mirada,  estaremos  transformando la vida y los futuros laborales de nuestros estudiantes, pero también de las personas que trabajen aquí, ya sean académicos o funcionarios. Porque la perspectiva de género es transformadora de estas desigualdades, de estas violencias  y discriminaciones. Cumpliendo así con el rol público que tiene  la Universidad de La Frontera que se encuentra inserta en una de las regiones más pobres del país, en un territorio en que las mujeres viven en una situación aún más compleja.

En ese sentido la perspectiva de género es una temática que se ha posicionado y tomado la agenda país. ¿Dónde se encuentran los principales desafíos para instalar la perspectiva de género en todos los espacios de decisiones?

Hemos avanzado y sin duda faltan muchos desafíos. Es por eso que es tan importante que la Universidad pueda incorporar los desafíos que esta perspectiva nos entrega. Primero,  hacer visible estás desigualdades; en este punto, la generación de conocimiento que pueda entregar la UFRO es fundamental y no solo hacerla visible, sino que además permita entregar información para que se desarrolle política pública en torno a estas desigualdades.

¿Cómo hemos avanzado como Universidad?

Lo principal es que en la Universidad de La Frontera estamos institucionalizando esta perspectiva y además comprometiéndonos a transversalizarla, es decir,  instalarla desde los distintos ámbitos de la institucionalidad. O sea, que las diferentes unidades hagan su trabajo con perspectiva de género; por ejemplo, cómo hacemos infraestructura con perspectiva de género, qué significa hablar de vinculación con perspectiva de género,  de docencia con perspectiva de género. Eso es un trabajo que debemos hacer en conjunto, no es algo que sea impositivo de la Dirección de Equidad de Género, hacia otros, sino que tiene que ver cómo reflexionamos y buscamos la solución con otras y otros. No significa necesariamente tener más tareas, sino que apunta a repensar y resignificar lo que hacemos.

Cómo Universidad de La Frontera, ¿Cómo aportamos a esta nueva mirada en nuestra región?

La mirada de la Universidad es fundamental como formadora de profesionales y como generadora de conocimiento, como observadora de los fenómenos que ocurren, como ente que promueve y propone  otras alternativas y soluciones a la diversidad de problemas, considerando la perspectiva de género. Desde la formación debemos comprometernos para que las y los estudiantes tengan conciencia de las desigualdades de género, para que las aborden desde lo laboral, lo ético y lo humano, proponiendo transformaciones que aporten a la erradicación de las desigualdades, discriminaciones y violencias de género. Como Universidad debemos ser un motor transformador, impulsor de estos cambios, con acciones concretas, como lo serán aquellas que nacerán a partir de la futura Política de Igualdad y Equidad de Género de la UFRO.

¿Cómo se puede incorporar la perspectiva de género, que necesariamente significa un cambio en la estructura institucional, e involucrar a aquellos grupos que  se han relacionado intrínsecamente desde el modelo heteronormado?

Lo primero es que hay que ser empáticas y empáticos con las personas y generaciones que probablemente no se socializaron y/o desarrollaron en esta perspectiva. También debemos tener permanentemente una actitud de sensibilización, de pedagogía de lo que implica la igualdad y la equidad de género. Tenemos que promover el diálogo intergeneracional, porque probablemente las mujeres o los hombres que son de otras generaciones también dieron sus luchas en su momento, que seguramente fueron muy complejas y difíciles; cómo podemos aprender las unas con las otras y yo creo que cuando se genera ese vínculo, cuando se genera esa comunicación, lo otro va fluyendo y se va generando esta convicción de que se puede avanzar en esta perspectiva de género. Y junto con ello,  buscar los espacios de encuentro y en eso involucramos a la estructura organizacional, ya que si las organizaciones propician esos espacios va a ayudar mucho a avanzar en instalar la igualdad y equidad de género. Además de mejores climas laborales, respeto a los derechos humanos, la valoración de la historia de las personas,  de la memoria institucional colectiva se van produciendo muchas otras interacciones que nos permiten convivir mejor.

Recientemente conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. ¿Cuáles son los desafíos para este año 2022 para la Dirección de Equidad de Género?.

Este 8 M nos reunió presencialmente después de dos años. Como mujeres de la Universidad de La Frontera  pudimos  participar, vernos y compartir esta fecha tan significativa que nos muestra lo que hemos avanzado y reconocer a las mujeres que han trabajado por estos avances. También nos permite reflexionar y comprometer a las autoridades en lo que nos falta. Y en ese mismo contexto uno de los desafíos de este año es contar con nuestra Política de Igualdad y Equidad de Género, tener nuestro Plan de Igualdad y Equidad de Género, que es una responsabilidad no solo de la DEG, sino del Gobierno Universitario y de toda la comunidad universitaria. Además de las medidas que como institución de educación superior nos exige la Ley N°21369, que son concretas. Y el proceso de autoevaluación universitaria,  que es fundamental para nuestra institución en miras a la acreditación institucional. Grandes desafíos institucionales y de nuestra dirección, que hay que pensarlos como oportunidades para consolidar y avanzar  en la igualdad y equidad de género.

La Mg. Bárbara Eytel Pastor, es Periodista y  Magister en Ciencias de la  Comunicación. Es candidata a Doctora en comunicación de la Universidad de La Frontera y la Universidad Austral de Chile. Actualmente es la directora de Equidad de Género UFRO.

 

Alejandra González Zambrano

Periodista

Dirección de Equidad de Género

 

SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES